Amor incondicional

Amor incondicional

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor; pero el mayor de ellos es el amor.”1 Corintios 13:13 

¿Alguna vez has sentido que no eres amado?

Creo que todas las personas alguna vez hemos experimentado el rechazo, la desilusión o la baja autoestima. 

Y esto te lo digo por experiencia. 

Crecí en una familia muy estable. Mis papás han estado casados por más de 30 años. Así que cuando llego el momento de formar mi propia familia y casarme, las expectativas eran tan altas que tenía miedo a no cumplirlas.

Y en realidad no las pude cumplir. Cuando las cosas no fueron como yo pensaba que debían ser y pase por un divorcio, me encontré totalmente devastada, sin identidad, sintiéndome rechazada, pensando que había fracasado y sobre todo sintiendo que tal vez no valía tanto para que alguien me amara y quisiera pasar el resto de su vida conmigo. 

Cuando experimentamos una desconexión con Dios, no solo nos desconectamos de Él, sino de todo lo que está a nuestro al rededor. Nos aislamos en nuestros pensamientos y debilidades y nos alejamos de las personas que están cerca tratando de demostrarnos su amor. 

Cuando pasé por esta experiencia, me di cuenta que había estado tan desconectada de  Dios pero no lo notaba porque el concepto que tenía del amor estaba tan equivocado que no podía creer que Dios me pudiera amar sin condición.  

Recuerdo bien el día que volví a casa de mis padres, devastada, con todas las pertenencias que pude meter en el auto, hasta mi perrita. Después de casi cinco años, regresaba a casa, sintiéndome tan despreciada, sin saber si algún día volvería a sentirme amada. 

Entré a la habitación de mis papás, ellos estaban recostados en la cama. Y como si fuera una niña, me hicieron un espacio en medio de los dos, me recosté, me abrazaron y lloramos juntos. En medio de todo el dolor que sentía, por fin, después de tantos años, me volví a sentir la mujer más amada del mundo. 

Mis padres no me juzgaron, aunque por años no les hablé de lo que me sucedía, solo me abrazaron y me amaron incondicionalmente. Me di cuenta que a pesar de todos mis errores y debilidades el amor de Dios había sido lo único constante. Que Él siempre estuvo ahí, cuidándome, llamando mi atención a través de personas, canciones, a través de Mosaic, de mis padres. Ahora recuerdo los escenarios cuando más triste me sentía y puedo ver como Dios estaba ahí, dándome esperanza, fuerza, fe. 

Y después de todo lo que pasó, llegué a la conclusión de que no se terminó una parte de mi vida. Sino que comenzó una etapa nueva, una llena de esperanza. Mi padre me lo dijo, “Termina una temporada hijita, pero se te abren las puertas del universo entero, ahora sí,  no hay limites, llegarás hasta donde quieras llegar” 

 Y ahora entiendo que todo en la vida es perecedero, pero el amor De Dios, el amor de verdad ES PARA SIEMPRE, y es lo que día a día me hace querer cumplir cada uno de mis sueños.

¿Por qué no te das una oportunidad, y te dejes amar por el amor incondicional de Dios?, deja que te llene de esperanza para el futuro. Y no solo eso, date la oportunidad de amar de la misma manera a los demás personas para que puedas llenar la vida de otros con la misma esperanza con la que Dios te quiere llenar. 

Por ultimo, hoy hago una declaración: El amor incondicional existe. Es real, solo tienes que abrir tu corazón y dejarlo entrar. 

Cindy Arguello

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