No siempre tenemos la respuesta exacta a la tan aclamada pregunta ¿Quién Soy? Así que solemos dar la respuesta a la usual pregunta: ¿Qué haces?
Mi respuesta siempre fue: Soy cantante, hija de pastor, comunicóloga, compositora, esposa. Pero, ¿qué pasa si un día pierdes una de estas cosas? ¿Dejas de ser tú?
Mi identidad estaba totalmente anclada a lo que hacía, y a la gente que estaba a mi al rededor, así que cuando yo, la hija de pastor, cantante y cristiana, me encontré en el comedor de mi departamento presenciando el final de mi matrimonio, me di cuenta de que no tenía la minima idea de quién era, y sin saberlo me adentré en la aventura más fantástica de la vida para descubrir cuál era mi propósito, para qué había sido creada y aún más importante; ¿Cuál había sido la intensión de Dios para mí cuando pensó en mi existencia?
Es algo que sigo descubriendo día con día, pero ciertamente me siento más alineada que nunca a ese propósito divino. No hablo de destino, no creo en tal cosa. Y no lo digo en un tono de despecho o decepción. Sino que a lo largo de mi vida y viviendo en mis treintas me he dado cuenta que el destino queda corto cuando se trata del propósito y significado que tiene la vida.
Así que ahí estaba la hija de pastor, cantante, divorciada, sin saber quién era, sin saber cuál era mi lugar, sin sentirme amada, sin identidad o pertenencia a nada o a nadie. Me convertí en un pizarrón en blanco totalmente dispuesta a que Dios re-escribiera mi historia.
Y es algo que continúa sucediendo en este momento. Pero para llegar a este punto es necesario pasar por los escenarios que sin darme cuenta le dieron forma a lo que hoy soy.
Así que, si eres hijo o hija de pastor, cantante, creyente, ansioso, sufres de ataques de pánico, divorciado, diseñador, músico, novia, latina…tal vez te puedas identificar con alguno de mis escritos. Y tal vez juntos podamos descubrir poco a poco quienes somos y cuál es el propósito para el que fuimos creados.
Si te identificas con algo de lo escrito aquí, compártelo. Tal vez haya alguien más que necesite saber que puede llegar a ser mucho más de lo que toda su vida ha pensado que es.
Gracias por leer.
Cindy A.
El futuro está lleno de esperanza.
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