En medio de la incertidumbre Dios sigue hablando

En medio de la incertidumbre Dios sigue hablando


 Sé que en medio de la incertidumbre Dios sigue hablando. 

La sensación de incertidumbre ha sido intensa casi todo el año, no tengo idea de como será el día de mañana, mucho menos como será el próximo mes. Lo único que sé es lo que quiero hacer, cómo quiero ser y dónde quiero estar, y para ser honestos, nunca hemos tenido conocimiento de como será el mañana.

No se si te ha pasado, en esos momentos de incertidumbre parece como si aferrarnos a lo pequeño, a lo conocido y a lo que podemos controlar fuera la mejor opción, y claro; eso suena como lo mejor, comparado con las múltiples opciones desconocidas al alrededor. 

Pero he aprendido una y otra vez que Dios está en lo desconocido, en lo que no podemos controlar, en lo que más miedo nos da, justo al otro lado de las limitaciones de nuestra mente se encuentra el milagro más grande.

Déjame te explico un poco, estoy viviendo en una de las ciudades más complicadas del mundo. Mucha gente la llama la ciudad de los sueños rotos. Los Angeles es una ciudad que llama a personas de todo el mundo a venir e intentar lograr sus más grandes sueños en este lugar tan mágico y a la vez tan cruel. De entre todas las personas que conocerás en LA, la mayoría serán actores, cantantes, escritores, músicos, diseñadores, pero pocos, muy pocos están haciendo lo que tanto les apasiona. Muchos son baristas en algún café, meseros en algún restaurante, niñeras para alguna familia adinerada, o cualquier cosa, literalmente cualquier cosa con tal de poder pagar la renta; por cierto, uno de los índices de renta más caros de todo el país. Así que viven alternando sus trabajos para poder sobrevivir y los intentos de lograr hacer algo que trascienda. 

Muchos se quedan y siguen intentando por años, hacen una vida, una familia y poco a poco esos sueños quedan atrás. Otros regresan a sus ciudades de origen después de un tiempo, y unos cuantos logran cruzar la línea y logran el éxito tal cual como esta ciudad lo define. 

Cuando llegué a esta ciudad, no sabía muy bien a lo que me enfrentaba, vine aquí siguiendo la voz de Dios, que estuvo resonando en mi corazón a través de Mosaic por más de un año. Así que cuando llegué aquí era una novata ¡al cien! No sabía que el trafico podría detenerte por horas en una distancia de 25 minutos. O que Downtown LA estaba poblado básicamente por cientos de homeless (vagabundos) en la calle. Por supuesto no sabía que rentar un cuarto compartido en un departamento de 4 rommies me costaría lo mismo que rentar una casa de 4 recamaras para mi sola en mi ciudad de origen. Y así como estas cosas hubo muchísimos escenarios desconocidos, que me intimidaban. Recuerdo que en el momento que decidí venir, en mi cabeza fue como decir “sí” y mientras aún seguía emocionada sin procesar la decisión, apagué el lado congruente razonable de mi cerebro, porque sabía que, si comenzaba a conversar con este lado, entonces nunca lo haría, nunca vendría, nunca me echaría ese clavado en la alberca olímpica de mis miedos. 

Todas las personas nos enfrentamos de diferente manera a los grandes cambios, a las grandes decisiones de la vida, todos nos aferramos a diferentes cosas, personas, posiciones o títulos, pero todos, al final tenemos que enfrentarnos a las mismas preguntas: ¿Estás haciendo de tu vida lo que soñaste? ¿estás viviendo a tu máxima capacidad? ¿estás haciendo algo que trascenderá después de que te vayas de este mundo? 

Dios nos eligió a todos para un propósito específico, puede ser hablar frente a miles o frente a tus hijos en la sala de tu casa. Pero todo tenemos un propósito que va mucho más allá que cualquier deseo egoísta. 

En Juan 15:16 dice: 

No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Si todo este tiempo has pensado que tu elegiste buscara a Dios, “so sorry” Él te eligió primero, el te pensó, te formó y puso cada uno de sus sueños en tu mente, para que les dieras vida en este mundo. Para que dieras fruto, y no uno que termina cuando terminan tus años de juventud, o uno que solo aplica mientras estás soltero (jaja) sino uno que perdura para siempre. 

Y de acuerdo con ese propósito Él mismo te dará todo lo que necesites para lograrlo. 

Si te has preguntado porque muchos sueños no han funcionado, tal vez has apostado por el sueño incorrecto, o tal vez te rendiste antes de ver lo que Dios podía hacer. Sea cual sea el caso, siempre podemos volver a intentar.  Podemos aprender a nadar esas aguas de incertidumbre y a tomar bocanadas grandes de oxígeno para atravesar el miedo. ¡Wow! Me encanta la analogía porque siempre me dio miedo nadar. 

Bueno, en cuanto a mi historia mudándome a LA, hoy mientras conversaba con Dios, le dije: “Estoy aquí solo por ti” y después encontré este verso en Tesalonicenses 5:24:

“El que los llama es fiel, y así lo hará.”

Le pedí perdón por todas las veces que me olvido de que Él es quien me llamó y me lleno de miedo pensando en lo que no puedo controlar, o en las cosas que parecen más grandes que yo, porque realmente lo son. Pero aún en medio de la incertidumbre Él es fiel, y ha sido fiel cada minuto, y así lo será siempre. 

Cindy Arguello Avatar

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